Las mochilas están empacadas, los talleres preparados, el guión en borrador y el concepto claro en nuestra cabeza. Las cámaras tienen la batería llena, los párpados están pesados, pero los corazones ligeros… hoy comienza la aventura de la Ruta del Chocolate.
Agradecemos a todos los colaborares que nos ayudaron en la preparaciones. A los que encartelaron, cocieron, taladraron, diseñaron imprimieron, laminaron, conceptualizaron, investigaron y nunca se lamentaron y eso es simplemente impagable.
Hoy, Ana María, Martin y yo, viajamos primero a Madrid y luego pasamos el gran charco hacia Bolivia. Hacia la capital andina: La Paz. Por razones de tiempo nos decidimos por un vuelo hacia las tierras altas, que seguramente estará acompañado de paisajes que nos dejaran sin aliento, ya que estamos a 3.900 metros sobre el nivel del mar. Estamos seguros que una actitud positiva, calmará la mitad de nuestra quejas y nos alegramos del re y nuevo encuentro con personas maravillosas en una ciudad increíble.
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